Que tu frigorífico Samsung te permita tener el suministro de agua conectado es toda una ventaja. Es una auténtica gozada poder beber agua fresca o tener cubitos de hielo sin tener que acordarse de llenar botellas o cubiteras.
Para ello, debes tener conectada el agua de tu casa al frigorífico, algo que vas a poder hacer tú mismo, porque no es nada complicado.
De todas formas, te aconsejamos que si no te ves capaz, llames a un profesional para que te lo instale como es debido y no tengas el más mínimo problema.
Conexión de la línea
Los pasos que debes realizar en un principio son los siguientes:
- Lo primero que debes hacer es cerrar el suministro principal de agua de tu hogar.
- Ahora deberías localizar la fuente de agua potable fría más cercana al frigorífico e instalar la abrazadera de la tubería (dibujo A) y la válvula de cierre (dibujo B).
- Seguidamente, debes conectar el kit de instalación de la línea de agua (dibujo C) a la válvula de cierre (dibujo B).
Elementos para continuar con la instalación
Es necesario adquirir varios artículos adicionales para completar la instalación.
Todos ellos los vas a poder encontrar en cualquier ferretería que tengas cerca, sin complicación alguna.
Podrás utilizar tubo de cobre o de plástico, según tú mismo elijas. La instalación, salvo algún detalle, es casi la misma.
Instalación con tubo de cobre:
- Tubo de cobre de 1/4”.
- Tuerca de compresión de 1/4” (1 unidad).
- Ferrule (2 unidades).
Instalación con tubo de plástico:
- Tubo de plástico de 1/4” con extremo moldeado (Bulbo).
- Tuerca de compresión de 1/4” (1 unidad).
Conexión definitiva al frigorífico Samsung
- Ahora es el momento de conectar la línea de agua doméstica (dibujo A) al accesorio de compresión montado (dibujo B).
- Si utilizas un tubo de cobre, desliza la tuerca de compresión (dibujo C) y el casquillo en el tubo de cobre. Si utilizas un tubo de plástico, introduce el extremo moldeado (bulbo) en el accesorio de compresión.
- Ahora toca fijar la tuerca de compresión.
- Es el momento de abrir el agua y ver si hay algún tipo de fuga. Si hay gotas, por mínimas que sean, cierra el agua y aprieta todas las conexiones de nuevo, hasta que no haya ningún tipo de señal del agua.
- Como ya tienes la línea de agua, entonces es el momento de enjuagarla junto al filtro, manteniendo presionada la palanca del dispensador de agua y recogiéndola con un recipiente. Echa entre 7 y 11 litros para asegurarte al cien por cien de que todo el aire y las impurezas han sido expulsados del sistema.
- Es el momento de comprobar la presión del agua para verificar que está a una presión mínima de 20 psi. Esto se logra echando agua con el dispensador en un vaso medidor durante 10 segundos.
- Si pasado ese tiempo en el vaso hay al menos 163 gramos de agua, eso significa que la presión es de al menos 20 psi. Si no llega a esa cantidad, debes instalar una bomba de refuerzo para compensar la baja presión.
- Después de encender el frigorífico, deja que la máquina de hielo lo fabrique durante 1 o 2 días para que se autorregule.
A partir de aquí ya tendrás instalada el agua en tu frigorífico y podrás comenzar a disfrutar de todas sus ventajas.
Imágenes | Samsung
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